miércoles, 10 de agosto de 2011

Las Crisis Cíclicas, pan nuestro de cada día



Las crisis cíclicas, pan nuestro de cada generación.
Antonio Muñoz M.
Como en un círculo vicioso, México en su historia reciente, se ve envuelto por diversas crisis económicas, sea por errores en la administración de las finanzas nacionales o por la insistencia de mantener el modelo neoliberal, que en su contradicción ha mostrado incapacidad en la economía de mercado, la especulación financiera o bien a factores de la globalización determinadas por repercusiones de desastres monetarios de índole internacional como la crisis que Estados Unidos vive.
Recordemos, la célebre frase de López Portillo, para justificar dejar al país en ruinas –“ya nos saquearon, México no se acaba, no nos volverán a saquear”-. La devaluación del peso en más del 2000 por ciento durante el sexenio 1982-1988 de De la Madrid y la de 1994, conocida como “los errores de diciembre”, cuando Zedillo comenzaba su sexenio.
El modelo económico neoliberal, impulsado por el gobierno federal, aplicado desde 1982, muestra sus consecuencias nefastas para la clase más desprotegida; los trabajadores del campo y la ciudad. Tiene como base la acumulación de capital en manos de grandes empresas, sean nacionales o extranjeras. Las políticas aplicadas han mostrado su mayor repercusión en la Ley Federal del Trabajo, que ha pasado a ser un documento con un número importante de modificaciones, su principal reflejo se muestra en el deterioro de los salarios a través de los topes salariales, la proliferación de empleos sin prestaciones y la aplicación de la flexibilidad laboral, la que deja sin protección al trabajador en lo referente a sus derechos que tienen, por señalar algunos, no pueden acceder a vivienda, salud, educación, la cultura y los servicios básicos; a los empresarios que en su interés primordial, les interesa acumular riqueza los beneficia al abaratar los costos y dándoles competitividad en la economía globalizada.
La política aplicada principalmente en el fomento del sector exportador manufacturero y la exportación, sólo ha traído estancamiento a la economía mexicana y dependencia mayor con nuestro principal socio del norte. Desde el inicio de sexenio de de la Madrid y hasta el segundo año de gobierno de Calderón, el Producto Interno Bruto, (PIB) alcanzó una tasa anual de crecimiento Producto Interno Bruto de 2.2 por ciento.
Apostar al modelo de crecimiento hacia el exterior, llevó a México en facilitador de mano de obra barata, maquilador y proveedor de petróleo a Estados Unidos, lo que trajo como consecuencia el aceleramiento de una mayor dependencia. El esquema exportador, tiene un sin número de rostros entre el que hay que destacar la dependencia estructural, pues para exportar manufacturas se tienen que importar.
La relativa estabilidad de la economía del país, en los sexenios neoliberales está basada en el estancamiento económico, equilibrio financiero y el control inflacionario. La contención de salarios abatió los costos de las empresas, pero trajo como consecuencia la disminución en la capacidad de compra de la población y el crecimiento del mercado interno, frenaron la inversión productiva por el encarecimiento del crédito y la falta de apertura comercial.
La economía del país, pasó del estancamiento a la recesión y sus consecuencias se muestran en el aspecto productivo, el financiero, las finanzas públicas, y en lo laboral. Según datos del INEGI, El personal ocupado en la industria manufacturera de transformación disminuyó (-) 7.9 por ciento en el tercer mes de 2009 respecto al nivel de marzo de 2008. Por tipo de contratación, el número de obreros registró una caída de ( )9.2 por ciento y el de los empleados que realizan labores administrativas de ( )4.5 por ciento en el mes de referencia.
Las horas-hombre trabajadas, presentaron una disminución de ( )4.3 por ciento en el tercer mes de 2009 con relación a las del mismo mes de 2008: las correspondientes a los obreros decrecieron ( )5.5 por ciento y las de los empleados lo hicieron en ( )1.1 por ciento.
Para este indicador, 13 subsectores observaron tasas negativas anuales. Destacaron por sus reducciones el de Fabricación de equipo de transporte con ( )20.5 por ciento; el de Equipo de computación, comunicación, medición y de otros equipos, componentes y accesorios electrónicos ( )13.3 por ciento; Maquinaria y equipo ( )11.8 por ciento; Productos a base de minerales no metálicos ( )9.6 por ciento; Industria de la madera ( )8.3 por ciento, y el de Equipo de generación eléctrica y aparatos y accesorios eléctricos ( )6.5 por ciento, durante el mes que se reporta. En tanto que las horas hombre trabajadas se incrementaron en el de “Otras industrias manufactureras” con 6.6 por ciento; en el de Productos derivados del petróleo y carbón 4.6 por ciento; Industria alimentaria 2 por ciento, y en el de la Industria química con 1.5 por ciento, entre otros.
En el terreno financiero, en el primer trimestre del año el Producto Interno Bruto Nominal (PIBN) a precios corrientes se ubicó en 11 billones 195 mil 540 millones de pesos (11.196 billones de pesos) con una reducción de 3.3 por ciento respecto a igual lapso de 2008.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) explicó que el comportamiento del PIBN se debió a la contracción de 8.2 por ciento del PIB real en el primer trimestre de este año, y a un aumento del Índice de Precios Implícitos del Producto de 5.3 por ciento.
Por grupo de actividades económicas, en el lapso enero-marzo de 2009 las actividades primarias aportaron 4.3 por ciento del PIB Nominal a precios básicos, las actividades secundarias generaron 35.3 por ciento, y las actividades terciarias contribuyeron con 62.5 por ciento.
Al respecto, Grupo Financiero Banamex explicó que el PIB Nominal retrocedió 3.3 por ciento anual en el primer trimestre del año, debido al desplome de 8.2 por ciento que registró la economía mexicana en igual lapso de 2008, el mayor desde 1995.
En las finanzas públicas, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, informó que en el primer bimestre del año los ingresos presupuestarios del sector público se ubicaron en 440 mil 700 millones de pesos, lo que representa un retroceso de 6.7 por ciento respecto del mismo periodo del año anterior.
Al presentar el informe Las finanzas públicas y la deuda pública a febrero de 2009, la dependencia reportó desplomes que llegaron, como en el caso del impuesto al valor agregado (IVA), de 21.9 por ciento, una situación que refleja la caída en los niveles de consumo en el país. El impuesto sobre la renta (ISR), tuvo una caída de 6.2 por ciento en el primer bimestre, comparado con el mismo periodo de 2008. La recaudación de este gravamen está estrechamente relacionada con los niveles de ingreso y empleo de la población y de las empresas. Es así que la recaudación tributaria en los dos primeros meses tuvo una caída este año que representó 46.1 por ciento del total de los ingresos presupuestarios del sector público federal, cuando en el mismo lapso del año pasado su participación era de 50.2 por ciento.
En el informe sobre las Finanzas públicas y la deuda pública la SHCP reconoce: “se registró un déficit público de 8.1 mil millones de pesos, resultado congruente con el déficit presupuestario aprobado y con la meta de equilibrio presupuestario para el año, una vez descontada la inversión física de Pemex (Petróleos Mexicanos). Si se excluye la inversión de Pemex y se considera la parte que correspondería al periodo de enero-febrero de los ingresos previstos por las coberturas petroleras que resultaría según la valoración a la fecha, el balance público a febrero de 2009 presentaría un superávit de 41.8 mil millones de pesos.
En el mercado laboral, son casi tres décadas que los trabajadores han sufrido un retroceso en su calidad de vida y con la política económica implementada nuevamente serán ellos los que paguen el costo de la crisis económico-financiera, al mantener los topes salariales. Desde el inicio de la administración de Calderón y hasta febrero de 2009, el salario mínimo general recibió un aumento salarial de sólo 12.6 por ciento, mientras los precios de los comestibles, se han incrementado; como muestra, el pollo 243.4 por ciento, el aceite 107.7 por ciento, el arroz, 139 por ciento; el pan blanco, 53 por ciento; la tortilla, 42.8 por ciento; el frijol, 35.5 por ciento y el huevo 49.8 por ciento.
A la pérdida del poder adquisitivo de los salarios, se suma la pérdida de los empleos al menos 58.1 por ciento de la población en edad laboral en México está ocupada o busca emplearse, mientras que 41.9 por ciento no realiza ninguna actividad económica, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Al cuarto trimestre de 2008, la población en edad laboral de 14 años y más ascendió a 77.8 millones de personas.

De estas, 45.2 millones (58.1 por ciento) formaban parte de la Población Económicamente Activa (PEA), es decir, estaban ocupadas o buscando emplearse; mientras que 32.6 millones (41.9 por ciento) no realizaban ninguna actividad económica.

El organismo señaló que 95.7 por ciento de la PEA está ocupada, mientras que 4.3 por ciento restante está desocupada, es decir, que buscaron trabajo en el último mes y no lo habían encontrado.

En el caso de la subocupación, es decir, el porcentaje de trabajadores con la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo de lo que su ocupación actual les permite; la tasa de subocupación total fue de 7.1 por ciento.

"La presión sobre el mercado laboral que ejercen los desocupados y los ocupados que buscan otro trabajo, registró una tasa de 7.4 por ciento: en los hombres de 7.9 por ciento y en las mujeres de 6.7 por ciento".

Sobre las condiciones laborales de los ocupados, 40.4 por ciento no recibe ningún ingreso por su trabajo o reciben menos de dos salarios mínimos, 23.3 por ciento percibe entre dos y tres, 17 por ciento recibe entre tres y cinco y 11.1 por ciento gana más de cinco salarios mínimos. El resto no declaró cuánto ganaba.

El organismo dio a conocer que 24 por ciento de los ocupados labora menos de 35 horas semanales, 44.6 por ciento de 35 a 48 horas, 29.2 por ciento más de 48 horas y el resto estuvo ausente o no especificó el número de horas trabajadas.


El modelo neoliberal que siguen impulsando en nuestro país, durante el sexenio de Miguel de la Madrid y hasta nuestros días, ha mostrado sus grandes contradicciones, se refleja una vez más en la crisis que vive México. El neoliberalismo que tiene como característica la libre empresa, en el comercio y la apertura de exportaciones, nos ha llevado a un proceso de empobrecimiento creciente.
No cabe duda que el experimento neoliberal, con más mercado y menos Estado, donde la prosperidad ofrecida por los reformadores neoliberales consistía, “en llenar la fuente, impulsar el agua hacia arriba y después que callera para que mojara a los de abajo” y así se beneficiaba todo mundo. Podemos observar que los resultados reales del modelo neoliberal contrastan con los observados durante el modelo económico precedente. Ante esta realidad se debe buscar alternativas, haciendo análisis realmente a fondo, que permitan emitir un nuevo contrato social en materia económica que México necesita urgentemente.

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